jueves, 18 de junio de 2009

La Cultura de Paz en Nuestro Entorno Laboral.

Uno de los problemas que enfrenta la sociedad actual es que no se le ha enseñado a la persona a resolver los problemas o conflictos de una forma humanista y civilizada, en lugar de utilizar medios alternativos como el diálogo, la negociación, el consenso, se tiende a realizar todo lo contrario, es decir a imponer nuestro punto de vista y a subestimar al del otro, a sobreponer nuestro criterio sobre el de los demás y a sacar provecho del mismo. Vale aquí parafrasear a Antonio Machado “Tu verdad no; la verdad / y ven conmigo a buscarla. /La tuya, guárdatela.”


La cultura de paz, debe estar presente en todas las personas, ora como conjunto de valores que tiene una persona, que los ha venido cultivando desde su más tierna edad, sea en su hogar o en su entorno social y afectivo; ora como conjunto de actitudes de cambio o de transformación subjetiva, desarrollando competencias en lo que es beneficioso para sí mismos y para los demás; ora como conjunto de tradiciones que ayuden a conocer lo bueno y desechar lo malo; ora como comportamientos que sirvan de ejemplo para quienes nos rodean; ora como estilos de vida que nos ayuden a crecer trascendentalmente como personas.


Entiendo por cultura todo aquello que logra establecer o fomentar un cambio en aquello que es natural. La persona nace (natural) pero depende de quienes le rodean para que hagan de el un ser lleno de expectativa, de belleza interna y amor (cultura) para esto se debe utilizar la Educación, el diálogo y la cooperación.



Utilizamos estos últimos tres aspectos para formar a la persona porque son el común denominador de todo crecimiento humano. Es por eso que para fomentar una cultura de paz debemos educar a la persona, es decir guiarla por el camino del bien, el de la trascendencia; debemos cultivar el diálogo herramienta necesaria para crear un ambiente digno, justo y equitativo, “Que la palabra sea el camino para encontrar la verdad” dice la Biblia; y por supuesto ser cooperativos con todos, ayudar a que el otro crezca, se incentive, se haga atributos, se valore, que sea conste y perseverante.



Por ende, desde mi punto de vista la resolución de la Asamblea General, es muy acertada en el tema que trata y es más, la estamos aplicando al realizar estas actividades esencialmente en el ámbito educativo porque estamos aprendiendo a utilizar medios eficaces para fomentar la paz como el diálogo, la negociación, la formación de consensos y solución pacífica de controversias.


Debemos tomar en cuenta que la única forma de desarrollar nuestras ideas es en base al diálogo, por ejemplo podríamos retomar diálogos sobre diversos temas importantes en nuestro CITTES, en cada una de las áreas, con el fin de que demos a luz nuevas ideas que ayuden a fomentar la paz.



Estos mismos cursos son muy apropiados para que exista la circulación de información en todos los niveles ya que esto nos pide el literal j del Art. 3 de la Resolución.

Aumento de la solidaridad de las diferentes Áreas al momento de realizar actividades que conciernen al CITTES, todo esto con el fin de crear una sociedad universitaria, tomando en cuenta que claramente el Art. 8 nos exige que quienes desempeñamos una función clave en la promoción de una cultura de paz son …los maestros…quienes realizan actividades científicas, filosóficas, creativas…



También podemos hacer en nuestro CITTES intercambios de información o conocimientos que tengamos todos los docentes sobre las iniciativas cuyo fin es compartir lo que cada uno tenemos y de esta forma desarrollar nuestro talante como abogados mediadores. Los abogados debemos conocer que el litigio es el último recurso que debemos utilizar para resolver un problema, debemos agotar todos los medios que nos brinda la cultura de paz para resolver un problema.



En fin, tengamos bien claro que es por medio de la educación que se logra el desarrollo humano, social y económico. Y gracias por estos cursos que nos ayudan mucho en la promoción del diálogo y el consenso entre todos nosotros.



Impartir capacitación y educación es lo fundamental para la cultura de la paz, esto de seguro permitirá crear procesos de rehabilitación, reintegración y reconciliación de todos y de todas.

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